Prisas, nervios, inseguridades, miedos… todo ello consecuencia de la llegada de los exámenes. Experiencia nueva para la mayoría de nosotros.
Normalmente las personas sentimos miedo a lo desconocido, la manera que tenemos de defendernos ante esto es agarrarnos a lo “seguro”, el caminar por los mismos senderos de siempre, hacer en todo momento lo de ayer, no dar ningún paso sin pensarlo mucho, calcularlo todo y si hay riesgo de fracaso, no hacerlo. ¿Pero de verdad ese dicho de “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer” lleva razón?
No nos damos cuenta de que ese gran miedo al riesgo, ese terror a lo desconocido, a lanzarse a abrir camino, nos impide seguir progresando en nuestro desarrollo personal y conseguir nuestros objetivos en la vida.
No hay que tener miedo a lo que no se conoce, ni aún al posible fracaso que puede provocar el lanzarnos a la piscina. El fracaso es escuela para el éxito, es escalón para el triunfo. En el terreno de lo inseguro se despiertan nuestras mejores cualidades. Por todo esto y más, lo ideal es, tirarse al agua por muy fría que esté, pues afrontar es la única solución.
Muchas veces, cuando sentimos miedo o tenemos algún tipo de problema tratamos de interiorizarlo, quedarnos con él dentro antes que soltarlo, antes que desahogarnos con los que nos quieren. Lo hacemos, o bien por miedo al rechazo por parte de los demás, o bien porque pensamos “no es justo que por mis problemas, lo pasen mal aquellos a los que le importo”, en este segundo caso estaríamos sobreprotegiendo a los nuestros, pero como una personita me dijo “tú los proteges a ellos pero, ¿a ti quien te protege?”.
Es importante potenciar la capacidad comunicativa en todo momento, necesitamos hacerlo como humanos que somos, los seres humanos no nos comunicamos porque sí, tenemos la necesidad de transmitir, ideas, proyectos, pensamientos, etc.
La vida, nuestra vida, uno de mis filósofos favoritos, Walt Whilman, escribía que se debe disfrutar el pánico que provoca tener la vida por delante...Vívela intensamente, sin mediocridades. Piensa que en ti está el futuro y en enfrentar tu tarea con orgullo, impulso y sin miedo. Aprende de quienes pueden enseñarte... No permitas que la vida te pase por encima sin que la vivas...
El trayecto de la vida es largo, difícil y a veces duro. Miles de obstáculos se ponen en tu camino, desafiando así tu fuerza. Cuando ganas y los superas te sientes como nunca te has sentido, sientes satisfacción y orgullo por ti mismo, pero, ¿qué pasa cuando pierdes y no los superas? ¿Ahí se acaba todo? no! La vida se trata de eso, caerte y levantarte todas las veces que sean necesarias, porque rendirse es de cobardes! Porque aunque las cosas no salgan como queremos, o no le encontremos respuestas a las cuestiones que se nos presenten, hay que echarle un pulso a la vida, ya que solo tenemos dos opciones, podemos pasarnos la vida lamentándonos por lo que nos falta, o aprovechar lo que tenemos día a día.
La famosa historia del profesor de filosofía nos da una valiosa lección de vida:
Un profesor de filosofía estaba frente a sus alumnos con algunas cosas encima de la mesa. Cuando la clase empezó, silenciosamente cogió un frasco vacío de mayonesa y empezó a llenarlo de piedras de unos seis o siete centímetros de diámetro. Después de hacer esto, el profesor preguntó a la clase si el frasco estaba lleno. La clase en pleno contestó que sí. Entonces el profesor cogió piedras más pequeñas y las metió también en el frasco. Después de meter unas cuantas, agitó el frasco ligeramente. Las piedrecitas, por supuesto, se colaron entre los espacios que las piedras más grandes habían dejado, llenando los espacios vacíos. Después de hacer esto, el profesor volvió a preguntar si el frasco estaba lleno, a lo que la clase volvió a responder que sí. Los estudiantes se rieron. El profesor entonces cogió una caja de arena y lo echó en el frasco. Por supuesto la arena ocupó el espacio que seguía estando vacío. "Ahora" -dijo el profesor-, "quiero que vosotros veáis en esto vuestra vida. Las rocas grandes son las cosas realmente importantes como la familia, los amigos, la salud. Cosas que si todo lo demás se pierde y sólo esas se quedan, vuestra vida estaría todavía llena. Las piedras más pequeñas son las otras cosas que importan como el trabajo, los estudios, el coche. La arena es todo lo demás. Las cosas sin importancia.
Si ponemos la arena en el frasco lo primero de todo, entonces no tendremos espacio ni para piedrecitas ni para rocas. Lo mismo se puede aplicar a nuestra vida.Si malgastamos nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos sitio para las cosas que realmente son importantes. Prestemos atención a las cosas que son esenciales para nuestra felicidad. Siempre habrá tiempo para el trabajo, para estudiar o para comprarte una casa. Cuidemos de las piedras grandes primero, que son las cosas que realmente importan. Pongamos claras nuestras prioridades. Lo demás es tan solo arena.
Pero entonces... Un estudiante cogió el frasco que los otros estudiantes y el profesor estaban de acuerdo en que estaba lleno y procedió a verter un vaso de cerveza en él. Por supuesto la cerveza rellenó los espacios que todavía quedaban vacíos, haciendo que el frasco estuviera ya completamente lleno. La moraleja de esta historia es: No importa como de llena esté tu vida, siempre hay sitio para una cerveza con un amigo :)
Si ponemos la arena en el frasco lo primero de todo, entonces no tendremos espacio ni para piedrecitas ni para rocas. Lo mismo se puede aplicar a nuestra vida.Si malgastamos nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos sitio para las cosas que realmente son importantes. Prestemos atención a las cosas que son esenciales para nuestra felicidad. Siempre habrá tiempo para el trabajo, para estudiar o para comprarte una casa. Cuidemos de las piedras grandes primero, que son las cosas que realmente importan. Pongamos claras nuestras prioridades. Lo demás es tan solo arena.
Pero entonces... Un estudiante cogió el frasco que los otros estudiantes y el profesor estaban de acuerdo en que estaba lleno y procedió a verter un vaso de cerveza en él. Por supuesto la cerveza rellenó los espacios que todavía quedaban vacíos, haciendo que el frasco estuviera ya completamente lleno. La moraleja de esta historia es: No importa como de llena esté tu vida, siempre hay sitio para una cerveza con un amigo :)
Debemos aprender a repartir nuestro tiempo, y guardar un poco de él para las cosas que realmente lo merecen.
Todo el que lea esta entrada de blog, se preguntará que porque digo todo lo que digo en el. Tan solo respondo a lo que me preguntan, ¿Qué es la didáctica para mí? ¿Qué pienso de ella?, etc. Todo lo que he escrito es lo que realmente pienso que he aprendido de la didáctica durante estos últimos cuatro meses. Evidentemente hablando fuera aparte de los contenidos de la asignatura, pero eso es algo que estoy harta de repetir, veía preciso profundizar más en mi cabeza.
En un inicio, la asignatura me supuso lo mismo que las demás, nada, pero por la sencilla razón, de que no conocía nada a cerca de ellas. Debo admitir que al principio me sentí bastante perdida y confusa con el contenido, pero poco a poco puede ir entendiéndola.
Si hago una visión general de los cuatro meses, considero que he aprendido bastante, pero he de puntualizar, que la mayor parte de los conocimientos adquiridos no se deben precisamente al contenido trasmitido en clase, más bien se deben a quien los ha trasmitido.
No sé si me equivocaré a la hora de hacer mi propia interpretación de la didáctica, pero realmente es lo que pienso de ella.